Dormir bien ¿Cuáles son las ventajas para el niño?

Fecha de Publicación

febrero 5, 2024

Autor

Academia Ubuntu

Dormir es una de las principales necesidades de los seres humanos, por lo que es importante sentar las bases necesarias desde los primeros años de vida. Promover hábitos y rutinas, resultan factores claves para un buen descanso, lo que se verá reflejado en el desarrollo y salud mental de los pequeños.

Durante ciertas fases del sueño se generan procesos fundamentales que favorecen la maduración cerebral. Se provoca la reparación de tejidos corporales y cerebrales favoreciendo la memoria, reorganizando las neuronas comprometidas en el procesamiento de aprendizajes adquiridos durante las experiencias vividas en el estado de vigilia. Nuestro cerebro selecciona recuerdos significativos y descarta aquellos que no lo son, para mantener en equilibrio el almacenamiento de la información. El sueño en estado profundo, se vincula hacia un aumento de la creatividad de los niños. Surgen nuevas ideas a través del pensamiento y la imaginación.

¿Por qué es importante dormir?

El cerebro segrega diferentes sustancias que regulan algunas funciones del organismo.

Por ejemplo, la hormona del crecimiento o funciones asociadas con el sistema inmune. Durante el descanso nocturno, los niños recuperan y mantienen la energía necesaria para continuar con sus actividades diarias.

Recomendaciones generales de horas de sueño por franjas etarias.

  1. 0 a 3 meses – 14 a 17 horas
  2. 4 a 12 meses – 12 a 16 horas
  3. 1 a 2 años – 11 a 14 horas
  4. 3 a 5 años – 10 a 13 horas

Sugerencias para conseguir un buen descanso en el niño

  1. El lugar de descanso debe estar en las condiciones adecuadas al momento de ir a dormir: sin luz, sin ruidos evitables y temperatura acorde.
  2. Preparación paulatina antes de irse a dormir, realizando alguna acción que faciliten “las ganas” de dormir. Por ejemplo, una lectura infantil.
  3. La cena tiene que ser ligera y siempre dos horas antes de ir a la cama, para generar un mejor descanso.
  4. Evitar cualquier tipo de pantallas antes del descanso; mínimo dos horas antes.

Tener en cuenta: dormir bien, comer de forma saludable y la actividad física (teniendo en cuenta la edad del niño) son excelentes hábitos. La constancia en estas rutinas son aprendizajes necesarios. Incorporar estas pautas desde la infancia es vital para que se puedan sostener a lo largo de sus vidas.