Según la OMS: “La salud mental es un estado de bienestar en el cual cada individuo desarrolla su potencial, puede afrontar las tensiones de la vida, puede trabajar de forma productiva, fructífera, y puede aportar algo a su comunidad”.
¿Cómo se relaciona la salud mental con el deporte?
La práctica de ejercicio físico estimula al cerebro a aumentar determinadas funciones:
- Nuestro cerebro recibe más oxígeno y mejora su flujo sanguíneo.
- Durante la actividad deportiva y varias horas después de la misma, se produce una reducción de cortisol (hormona del estrés).
- Estimula la creación de nuevas neuronas (proceso conocido como neurogénesis).
- Alivia y previene síntomas de trastornos mentales. Ejemplo: ansiedad y depresión.
- Aumenta la concentración, memoria y aprendizaje.
- Se logran beneficios en la calidad del sueño y mejora el descanso.
¿Como afecta la salud mental en el rendimiento deportivo?
La salud mental y la actividad deportiva se alimentan recíprocamente, generando beneficios para la salud en general. Hay que tener en cuenta, qué aspectos psicológicos influyen en el rendimiento deportivo y qué trastornos pueden ocasionarse a partir de una escasa o nula actividad deportiva.
Una planificación de la actividad deportiva, acorde con las franjas etarias de las personas, es fundamental para generar determinadas actitudes, sensaciones y comportamientos, tales como: motivación, disciplina, compromiso, confianza, autoestima, determinación, concentración y gestión de las emociones.
Trastorno de ansiedad y estrés elevado
La ansiedad y el estrés, más allá de las vivencias particulares que pueda estar atravesando cada persona en particular, suelen generarse cuando no se consigue un objetivo en un plazo estipulado rígidamente. Por lo tanto, quienes ejercen una pedagogía de la actividad deportiva, deben estar muy atentos a orientar en las metas y expectativas que las personas pretenden alcanzar en determinado período de tiempo. De lo contrario, estás personas pueden incorporar una obsesión con el deporte y llegar a exigir a su cuerpo y mente, a una a situación extrema.
Depresión
Para prevenir trastornos de salud mental y física como la depresión, la planificación de los educadores debe generar en las personas a su cargo un enfoque realista de las dimensiones y posibilidades de la evolución de su actividad física. De lo contrario, se pueden generar en cada persona, una idea de “fracaso”, que no condice con la realidad; lo que, en última instancia, puede derivar en el abandono parcial o definitivo de la actividad, generando una baja muy notoria de su autoestima. En este caso, el asesoramiento del educador y de un psicólogo deportivo puede ser vital para insertar a la persona de forma adecuada en la actividad deportiva.
Conclusiones
Es importante implementar buenos hábitos desde la niñez. La alimentación saludable, la práctica de ejercicio y el descanso adecuado, son herramientas vitales para que nuestro
organismo funcione adecuadamente.
Cuando un niño o adolescente se “perfila” en la práctica de un único deporte porque lo hace de buena manera, a dicha situación tenemos que prestarle mucha atención. La vida de los deportistas es relativamente “corta”. Por lo tanto, resulta importante que desde pequeños realicen con regularidad otras actividades relacionadas a sus intereses. Por ejemplo (música, talleres de cocina, otros deportes), sin dejar nunca a un lado el proceso infantil. La formación académica y la actividad deportiva se pueden complementar de forma muy eficiente. El estudio les otorga a las personas mayores posibilidades de una vida más rica y menos rutinaria. Sobre todo, cuando ingresan en una etapa de la vida en la que los “rendimientos” o “exigencias” en la actividad deportiva van a ir disminuyendo.